SILLA DE FELIPE II, EL ESCORIAL:

04.05.2019

Observar el paisaje desde la Silla te hará sentir como un auténtico emperador.

- UN POQUITO DE INFORMACIÓN SOBRE EL ESCORIAL:

El Escorial se encuentra en la zona noroeste de la Comunidad de Madrid, a los pies de la vertiente sur de la sierra de Guadarrama, y forma parte de la comarca de la Cuenca de Guadarrama.

Pese a la existencia de los restos de una posible calzada romana, los orígenes de la villa se remontan a la Edad Media, a caballo entre los siglos XI y XII, cuando la conquista de Toledo en 1085 permitió el afianzamiento de los núcleos situados al norte de la sierra de Guadarrama y el inicio del proceso repoblador en su vertiente meridional. Este proceso de repoblación, aunque espontáneo en un principio, pasa a estar regulado por Segovia a partir del siglo XIII de forma que El Escorial y su entorno se integran en la comunidad de villa y tierra de Segovia.

Sin embargo, el verdadero florecimiento de El Escorial comienza a raíz de las obras de construcción del monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial en tiempos de Felipe II, a partir de 1561. La población adquirió, por real cédula de 1565, el título de Villa, dejó de depender de Segovia y se convirtió en territorio de realengo, a la vez que sufrió una profunda transformación urbanística. Ya a mediados del siglo XVIII, ante la demanda de servicios y aposentos para el séquito real, se dieron los primeros pasos para lo que sería un nuevo núcleo de población junto al Monasterio (lo que luego sería San Lorenzo de El Escorial), que finalmente en 1792 se segregó de El Escorial por decisión de Carlos IV.

Si bien tradicionalmente la principal actividad económica había sido la ganadería, en el siglo XIX, y gracias a la llegada del ferrocarril en 1861, la villa vivió un cierto progreso industrial con iniciativas empresariales; seguido ya en el siglo XX por la llegada del comercio y el turismo, principales motores económicos de la Villa en la actualidad. Entre sus principales atractivos turísticos destacan los conjuntos naturales del bosque de la Herrería y el pinar de Abrantos, así como el patrimonio histórico-artístico, en el que destacan la iglesia de San Bernabé, BIC desde 1983 y varios enclaves que forman parte del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial y El Escorial, entre ellos el Monasterio de Prestado, La Granjilla de La Fresneda, la Casa-fuerte de El Campillo y la Casita del Príncipe, BIC desde 1992 e igualmente Patrimonio de la Humanidad (junto con el Monasterio y la Casita del Infante) desde 1984.

- ACCESO, HORARIOS E INICIO DE LA RUTA:

Acceso: salida 47 de la AP-6 en dirección El Escorial, para llegar hasta la villa. Otra de las opciones más rápidas sería movernos en transporte público utilizando el Cercanías, con destino la estación del Escorial. Una vez allí, nos dirigiremos hacia la Casita del Príncipe y sus jardines.

Se trata de un palacete de recreo neoclasicista del siglo XVIII, obra de Juan de Villanueva, construido por encargo del entonces Príncipe de Asturias, el futuro monarca Carlos IV. Es el único monumento, entre los situados en el término escurialense, integrado dentro de la declaración de Patrimonio de la Humanidad que recibieron, en 1984, el Monasterio de El Escorial y el Real Sitio. Asimismo cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural. Se emplaza en lo que fue un monte de robles entre el Monasterio y la población de El Escorial, de ahí su denominación popular de Casita de Abajo.

Partiendo de la Casita tomaremos la primera avenida de la derecha, que en línea recta nos lleva hasta la calle de la Calleja Larga y, siguiendo unos metros más en línea recta por la Carretera de la estación, hasta los jardines del Monasterio y Real Sitio de El Escorial.

Aunque nosotros no visitemos el Real Sito en esta ocasión, sí que recomendamos la visita e incluso, dado que la ruta no es demasiado larga, se puede aprovechar un mismo día para disfrutar del patrimonio natural e histórico artístico de la Villa. Para aquellos que estéis interesados el horario de visitas del Monasterio es de Martes a Domingo de 10:00 a 20:00 h (hasta las 18:00h durante el horario de invierno, entre octubre y marzo). Tened en cuenta que la taquilla cierra una hora antes del cierre del Monasterio, siendo el último acceso a las 19:00 y 17:00 h respectivamente, en verano e invierno. La entrada general tiene un precio de 10€, pudiendo disfrutar de entrada reducida (5€) los miembros de familias numerosas, menores de 16 años y mayores de 65, y estudiantes menores de 25 años. Los miércoles y jueves de 15 a 18 h. (octubre a marzo) y de 17 a 20 h. (abril a septiembre), la entrada es gratuita; y siempre lo es para los parados.

En nuestro caso, al abandonar los jardines de la Casita del Príncipe, tomamos hacia la izquierda la Calle de la Calleja Larga, bordeando la tapia de los jardines hasta salir a los lindes del bosque de la Herrería.

Imagen: ruta a través de la Casita del Príncipe y por la Calle de la Calleja Larga.

Allí seguiremos descendiendo en dirección sur hasta salir al encuentro de la carretera M- 505 y el parking del Bosque de la Herrería. Para ello podemos seguir cualquiera de los múltiples senderos trazados que rodean la Villa y recorren el bosque.

Imagen: los senderos hacia el Bosque de la Herrería.

En esta zona, el Bosque de la Herrería es una dehesa de fresnos, utilizados tradicionalmente para aprovechamiento ganadero, salpicada de robles. En él podréis disfrutar de la presencia de muchos pajarillos y aves más grandes, del tipo de urracas y rabilargos. Y si estáis atentos y tenéis suerte puede que incluso veáis alguna que otra ardilla roja.

Llegando al parking comienza la verdadera ruta. Si habéis llegado hasta aquí andando, estupendo. Para llegar en coche, desde El Escorial seguid la M-600 por la que habéis llegado hasta una rotonda que os permita tomar la M-505; continuad hasta llegar a un desvío a la izquierda señalizando la subida a la Silla de Felipe II y la Ermita de la Virgen de Gracia.

Imagen: cruce de la M-505 y parking del Bosque de la Herrería.

En este cruce podéis dejar el coche en el Parking del bosque de la Herrería o continuar por el desvío hasta la Ermita, donde también se pude aparcar. En cualquier caso nuestra ruta comienza en esta carretera, tomando el primer desvío de la derecha que se adentra en el bosque, justo pasando esta señal, por detrás de los contenedores de reciclaje.

Imagen: desvío hacia la ruta tras los contenedores.

- INICIO DE LA RUTA:

El camino no está marcado de ninguna forma pero sí que es claramente visible, ya que es la ruta con una trazada más clara de entre todas las que recorren el bosque. Avanza describiendo una amplia curva hacia la izquierda que nos lleva por delante de una fuente monumental y, posteriormente, gira hacia la derecha entre grandes moles de granito hasta llegar a las inmediaciones de unas naves ganaderas semi abandonadas, donde las vacas pacen libremente.

Imagen: el Bosque de la Herrería a la altura de la granja abandonada.

A partir de este punto el camino empieza a ascender ligeramente y cuando encontréis la señal de "Los Ermitaños de Abajo" sabréis que vais por el buen camino.

Imagen: si veis este cartel vais por el buen el buen camino.

En realidad esta ruta nos lleva justamente a la entrada de dicha finca privada, donde las puertas de entrada nos cortan el paso nada más ascender la colina. Escondido a mano derecha de la entrada de la finca hay un pequeño paso abierto en la valla, señalizado con una piedra en la que está escrito con pintura la siguiente indicación: "Silla de Felipe II". En este punto abandonamos el camino trazado de la finca y nos adentramos en la espesura del Bosque de la Herrería siguiendo esta estrecha senda abierta por los pies de todos los que subieron a la Silla antes que nosotros.

Imagen: desvío hacia la Silla desde la finca privada de "los Ermitaños de Abajo". 

La ruta avanza escalando la ladera de la montaña, entre robles, arces, retamas y jaras y nos permite disfruta de unas magníficas vista sobre el pueblo y el Monasterio del Escorial. Este tramo de la ruta es el que tiene una inclinación más pronunciada y es también el más exigente por lo que si lleváis niños muy pequeños, es sugerimos el uso de portabebés de senderismo, mucha paciencia y atención a donde ponéis los pies.

Imagen: el sendero que asciende hacia la Silla.

Unos 500 m. más arriba habréis coronado la cima, saliendo a la llamada Casa del Sordo, una construcción de una planta realizada en sillares de granito, con un estilo arquitectónico muy similar al de las casas del pueblo de El Escorial, donde una vez vivió un guardabosques sordo. Desde allí se llega a un primer mirador tallado en la roca y, más abajo, a la Silla.

Imagen: la primera de las plataformas frente a la Casa del Sordo.

El camino de la derecha lleva al primer mirador y, torciendo la esquina de la Casa del Sordo, el camino de la izquierda nos lleva en dirección descendente por una escalera hasta la Silla de Felipe II y el parking principal.

Imagen: el descenso hacia la Silla y el arce de Montpellier.

En la explanada que hay ante la Silla de Felipe II podremos admirar el gran arce de Montpellier. Tiene una altura de 10 metros, su diámetro de copa es de 9,50 metros y el perímetro de tronco 1,65 metros; sus dimensiones resultan sorprendentes en una especie de tendencia arbustiva, motivo por el cual se le incluye en la lista de árboles singulares de la Comunidad de Madrid. Se le estima una edad de unos 340 años.

Sobre la mole de granito tras el arce encontramos la Silla. ¡¡¡RUTA COMPLETADA!!!

- LA SILLA DE FELIPE II:

Se denomina Silla de Felipe II a un conjunto de plataformas escalonadas y otros elementos labrados sobre un canchal de granito a los pies de Las Machotas (conocido como Canto Gordo), en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial (Madrid, España).

Según la tradición, sirvió de observatorio a Felipe II durante la construcción del monasterio de El Escorial, aunque la distancia al monumento y la rasante de la pendiente hacen pensar que esta leyenda no sea tal. En abril de 1999 la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid Alicia M. Canto hizo pública su hipótesis, ampliada en 2005, en la que sostiene que la Silla se trata en realidad de un nemeton o altar de sacrificios prerromano, concretamente vetón, posiblemente dedicado al Marte indígena y en el que probablemente se realizaban sacrificios rituales, generalmente de animales. Esta teoría fue corroborada en 2015 al hallarse una figura antropomórfica y otros altares más pequeños en las inmediaciones de la Silla, además de por sus paralelismos con construcciones de santuarios vetones como los de Ulaca (Ávila) o Panóias (Portugal).

Otras hipótesis sostienen que la Silla de Felipe II fue realizada en el siglo XIX a modo de recreación histórica, según los gustos románticos de la época.

El conjunto está conformado por diferentes plataformas y asientos agrupados en tres grandes unidades. La más importante de todas aparece orientada al norte, mirando hacia el Monasterio de El Escorial. En ella se integran tres asientos de piedra, separados entre sí por dos reposabrazos. Las otras dos unidades consisten en meras plataformas, resultado del rebaje de la parte superior de la piedra. Algunas de ellas disponen de distintas escaleras, labradas sobre la roca.

Imagen: la Silla de Felipe II.

Vetones es el nombre que los historiadores griegos y romanos dieron al grupo de pueblos prerromanos de origen celta que habitan un sector de la parte occidental de la Península Ibérica entre el Río Duero y el Tajo, y que compartían una serie de rasgos comunes: eran pueblos de agricultores y ganaderos, muy enfocados hacia la guerra y que vivían en grandes recintos amurallados llamados oppida, que podríamos considerar como las primeras ciudades de la Península Ibérica. Otro de sus rasgos principales es la construcción de verracos, como los Toros de Guisando. Además también se caracterizaban por incinerar a sus muertos y la creación de necrópolis (cementerios) en las proximidades de sus oppida, cerca de corrientes de agua.

En cuanto a la Silla, claramente es muy similar al altar de sacrificios del yacimiento de Ulaca, Solosancho (Ávila). Este altar es una gran mole de granito, con talud por sus tres lados. En uno de sus lados, dos escalinatas conducen a una superficie plana con varias cavidades más o menos circulares, de distinto tamaño y comunicadas entre sí. Una de esas cavidades comunica con una tercera excavada a menor altura en la peña, lo que permitiría la práctica de libaciones o derramamiento ritual de líquidos, que correrían altar abajo por una canal. Esos líquidos normalmente eran leche o sangre, tanto de sacrificios animales como, es posible, humanos.

Imagen: el altar de sacrificios de Ulaca, Ávila.

- OTROS PLANES POR LA ZONA:

Una vez que hayáis disfrutado de la Silla tanto como gustéis, el Bosque de la Herrería ofrece otras posibilidades para que los niños aprendan y disfruten un poco más de la maravillosa naturaleza de la Sierra de Guadarrama.

Desde el parking de la Silla de Felipe II se inicia, siguiendo una pista asfaltada, el sendero ecológico del bosque de la Herrería: un grato paseo de un kilómetro y medio, horizontal, que nos lleva a adentrarnos en lo profundo del bosque. Jalonado con paneles informativos, durante la senda podremos aprender a distinguir varias especies de árboles y arbustos a la par que disfrutamos del paisaje.

Imagen: inicio de la ruta de la senda ecológica del Bosque de la Herrería. 

La ruta acaba en la llamada Fuente de la Reina, donde se encuentran tres o cuatro grandes castaños silvestres centenarios; pero la pista asfaltada continúa durante un kilómetro más, aproximadamente, hasta salir de nuevo a la carretera M-505 a la altura de la Casa del Batán. Sin embargo, en nuestro caso lo que hicimos fue seguir bordeando los muros de la finca privada "El Castañar" ya que un poco más delante de la Fuente de la Reina, se abre una senda hacia la derecha, en paralelo a los muros de la finca, que nos devuelve hacia la Ermita de la Virgen de Gracia. Este sendero desciende hasta un cruce de caminos, donde habremos de tomar el de la derecha, que nos lleva hasta la entrada de la finca y la pista de servicio. Una vez en la pista tomaremos el camino de la izquierda, para ir a parar a la Ermita donde disfrutamos de una agradable picnic rodeados de la rica variedad de aves del bosque que se acercaron a cotillear: trepadores azules, carboneros y herrerillos, gorriones, petirrojos y multitud de urracas.

Imagen: las posibilidades del Bosque de la Herrería.

Si por el contrario lo que preferís es una excursión de día completo que os acerque un poco más a la cultura vetona os recomendamos una ruta en coche entre Madrid y Ávila con varias paradas muy interesantes por el camino.

Lo que habéis de hacer es tomar la M-50 hacia Boadilla del Monte y allí coger el desvío de la M-501 en dirección Villaviciosa de Odón, Brunete y Navas del Rey. En Navas del Rey la carretera continúa, pero pasa a ser una carretera secundaria que prosigue en dirección Pelayos de la Presa y San Martín de Valdeiglesias.

Desde ahí debemos coger la N-403 hacia El Tiemblo y poco después pasaremos la frontera entre la Comunidad de Madrid y Castilla y León. Apenas 500 metros tras esta divisoria un desvió hacia la derecha nos indica la ubicación de los Toros de Guisando, probablemente los verracos más famosos de España.

Se trata de cuatro (cinco hasta el año 1548) esculturas realizadas en granito que representan cuadrúpedos, identificados como toros o verracos. Las cuatro esculturas se encuentran costado contra costado, formando una línea en dirección norte-sur y todas ellas mirando hacia el oeste, a la loma del cerro de Guisando, del que reciben su nombre, dejando a sus espaldas el arroyo Tórtolas, frontera natural que separa las comunidades autónomas antes mencionadas.

Imagen: los Toros de Guisando.

Se piensa que este tipo de esculturas podían servir en la cultura vetona como marcas territoriales o señales de buenos pastos y fuentes de agua. Otras interpretaciones señalan que podrían ser monumentos conmemorativos de victorias militares, monumentos funerarios e, incluso, tener una función mágico-religiosa relacionada con la fertilidad del ganado.

Fue allí donde se firmó en el 1468 entre el rey Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel (la futura reina Isabel I de Castilla, más conocida como Isabel la Católica), por el que aquel reconocía la proclamación de esta como Princesa de Asturias y, con ello, heredera al trono de Castilla.

Imagen: tarifas y horarios para visitar los toros de Guisando.

Desde allí y volviendo a la N-403 llegamos al pueblo de El Tiemblo, donde viene indicada la dirección (en la segunda rotonda tendremos carteles para llegar al área recreativa; cogemos la calle Recaudador y continuamos por la Colonia de la Yedra, que nos llevará hasta el área recreativa del Regajo, punto de inicio) para llegar a su famoso castañar, donde se ubica un gran castaño centenario llamado "El Abuelo", mucho más impresionante que los de la Fuente de la Reina de El Escorial.

Imagen: el Abuelo en el Castañar de El Tiemblo.

Si continuamos viaje, la N-403 llega hasta Ávila ciudad, donde se pude disfrutar de sus fantásticas murallas y su arquitectura religiosa. Si os animáis, a menos de 50 km. de la ciudad, en Cardeñosa, se pude visitar el yacimiento arqueológico del oppida vetón de Las Cogotas; y en Solosancho, el famoso altar de Ulaca y su recinto arqueológico. La visita es libre en ambos yacimientos, aunque según la información disponible parece ser que en Las Cogotas hay que concertar cita. Tenéis toda la info en: https://www.turismocastillayleon.com/es/arte-culturapatrimonio/yacimientos-arqueologicos

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